FANG-CHUNG SHU: ARTES DE LA CÁMARA INTERIOR
FANG-CHUNG SHU. ch. <Artes de la cámara interior>. Nombre conjunto de las diversas técnicas sexuales taoístas que llevan a la realización del Tao y al logro de la inmortalidad (ch’ang-sheng pu-szu). Tales técnicas tienen por objeto inmediato nutrir y vigorizar la simiente o esencia (ching), para lo cual el practicante necesita de la energía del sexo opuesto, pues sólo por influjo del principio femenino yin puede el varón vigorizar su principio masculino yang, y viceversa, la mujer. Los métodos más importantes para vigorizar el ching consisten en evitar la eyaculación y <hacer retroceder el ching> para fortalecer el cerebro.
El trasfondo filosófico de las fang-chung shu está basado en la concepción, tan difundida en China, de que el universo se origina por el desposorio del cielo y la tierra, o sea del yang y el yin, proceso este que se repite constantemente en la naturaleza. La relación sexual humana se ve como la posibilidad de practicar psíquica y físicamente ese proceso creativo y de alcanzar a través de el la experiencia del Tao.
Un elemento esencial de los métodos sexuales es el intercambio de energías. Para vigorizar su yang, el varón puede, por ejemplo, durante el juego erótico, beber bajo la lengua y en los senos de la mujer esencias yin que operan como vigorizadoras de su propia energía. Pero las esencias más poderosas se liberan por el orgasmo. El varón las absorbe de la vagina a través del pene, y la mujer, del pene a través de la vagina. Este intercambio de yin y yang favorece la salud y la longevidad.
Sin embargo, en el taoísmo lo que se demanda suele ir más allá del intercambio de energías: Es la acumulación de energía lo que se pone entonces en primer plano. El practicante debe aprender a evitar la eyaculación para retener en su cuerpo todo el ching. Pero, a la vez, procura llevar a la copartícipe al momento del clímax tantas veces como le sea posible, para poder absorber las energías yin así liberadas.
El estadio siguiente consiste en el llamado <retroceso de la esencia>, para vigorizar el cerebro. Esta técnica fue practicada también como preparatoria para los ejercicios de meditación respiratorios, cuyo objetivo es el desarrollo de un <embrión sagrado> (sheng-t’ai).
Las indicaciones sobre prácticas sexuales fueron mantenidas en secreto, y redactadas en un lenguaje sólo inteligible para los iniciados, que se vale en parte de la terminología de la <alquimia externa> (wai-tan).
No todas las escuelas taoístas aceptaban prácticas sexuales como medios de iluminación. La Escuela de la consumación de la Verdad las rechaza, y enseña que la sexualidad tiene que ser una experiencia exclusivamente interior.